Fieles celebran 50 años de procesión

 Publicado el 23/Abril/2011 | 06:17pm

Más de 850 vestuarios de cucuruchos entregaron los franciscanos a los devotos que acompañaron a la procesión de Jesús del Gran Poder quienes salieron del colegio San Andrés, en el centro histórico de Quito
 A partir de las 07:00, Fernando Martínez acudió este Viernes Santo a las instalaciones del colegio San Andrés para encontrarse con sus compañeros, quienes, vestidos de cucuruchos, se alistaban horas antes para la procesión de Jesús del Gran Poder.

En una esquina del patio del colegio, este hombre de 55 años preparaba su cuerpo para la caminata, que tomaría unas cuatro horas. Él interpretará a Jesucristo. Tres compañeros lo ayudaban a caracterizar al personaje. Uno de ellos envolvió alambre de púas por pecho y espalda. Otro sacó un esferográfico de tinta roja y se untó esta en las marcas de las púas. Parecería ser sangre.

Luego, se puso la peluca de cabello largo y una corona con rosas y espinas, además de una túnica de color morado, que le llegaba hasta la cintura.


"Hace 25 años que hago este ritual. Comencé siendo cucurucho, luego cargaba la cruz y hace siete años pedí a Dios que me pusiera el alambre y las cadenas en las piernas", dijo Fernando, que llevaba entre sus brazos la imagen del niño Jesús.

Para esta procesión, sus ruegos iban destinados a los más pobres, para que no muera la fe en el Señor pero, sobre todo, afirmó que es en agradecimiento por el trabajo que desempeña ahora en el Camal Metropolitano como guardia de seguridad.

Mientras, cientos de devotos iban rezando el rosario, dejaban sus prendas cotidianas para vestirse de cucuruchos. Unos dejaban su calzado, otros preferían las zapatillas o las sandalias como utilizaba Jesucristo.

La ortiga, el acial, las cruces de madera, fueron los instrumentos que llevaban tanto hombres como mujeres como parte del ritual de Semana Santa.

Mientras, Paúl Meza acomodaba el bonete de cucurucho de su esposa, Margarita Palacios, de 40 años, comentaba que él ya no ha podido participar de cuatro procesiones porque tiene una discapacidad que no le permite caminar. "Éramos un grupo de San Roque, por los años setenta y ochenta. Siempre salíamos vestidos de cucuruchos a la procesión de Viernes Santo", afirmó el señor que se dedica a lustrar zapatos en su barrio y afirmó además que se está perdiendo la fe porque se ha convertido en un negocio al cobrarse por el traje, cosa que antes no se hacía.

En columnas de cinco personas, los cucuruchos salieron a partir de las 11:00 de los patios del colegio para dirigirse a la Plaza de San Francisco, en donde aguardaban cientos de personas en la calle Bolívar, por donde se inició la procesión.

A pesar de que fray Freddy Sucusañai advirtió que no se podían utilizar cruces demasiado pesadas, muchos cargaron grandes tablas como muestra de su fe. Sin embargo, a poco de iniciada la procesión, un hombre salió herido, pues la cruz que llevaba cayó sobre su pierna hasta el punto de fracturarla. Los miembros de la Cruz Roja lo atendieron rápidamente. Pese a eso y al frío, la procesión nunca se detuvo.

Después de la salida de la Virgen Dolorosa y de las trompetas de la Escuela Militar Eloy Alfaro, la imagen de Jesús del Gran Poder salió de la iglesia de San Francisco, custodiada por el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), que resguardó la imagen durante todo el trayecto, el que se alargó durante cuatro horas.

En el sector de la plaza de San Francisco, los asistentes esperaban en calles y balcones la procesión de Jesús.

A las 12:00, se proclamó el sermón que dio inicio a la marcha fúnebre para realizar el recorrido del Señor Jesucristo.

Miles de personas siguieron la imagen de Jesús del Gran Poder, antecedidas de los 850 cucuruchos y de las verónicas.

El recorrido masivo fue por las calles Chile y Vargas. A la altura de la Basílica, los cucuruchos descansaban, hasta que la imagen de Jesús del Gran Poder les alcanzara en su recorrido.

Piedad Valencia, de 70 años, llego desde Guayaquil a la procesión de Jesús del Gran Poder. Ella había prometido a Jesús que vendría este año y pudo cumplirlo. Vio que un hombre que cargaba una cruz no podía más y lo ayudó, a pesar de que no lo conocía. "En el momento que ayudo a cargar la cruz estoy curando mis pecados y los de la humanidad y a terminar este recorrido porque es una promesa que le hice", afirmó esta mujer.

Vestidos de pantalón blanco con una cinta gruesa morada, un aproximado de 60 miembros del Sindicato de Toreros del Ecuador participó también de la procesión cargando cruces y a Jesús del Gran Poder. Según Augusto Barreiro, ellos han participado desde los inicios de este acto.

La procesión recorrió las calle Venezuela para llegar nuevamente a la Plaza de San Francisco, en la que culminaron los 50 años de la procesión de Jesús del Gran Poder. (GG)

Datos

El costodel atuendo de cucurucho es de $3, aunque la gente afirma que se les cobra $25 como parte del alquiler del vestuario y que, al finalizar la procesión se les devuelven los $22.

Los franciscanos tienen un aproximado de 850 trajes que son entregados a los fieles devotos de Jesús del Gran Poder en esta fecha de Semana Santa.

La gente tiene que madrugar para alcanzar a coger uno de los trajes para la procesión. A partir de las 08:30, se habían agotado ya las vestimentas para cucuruchos y verónicas.

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